jueves, 9 de agosto de 2012

Feliz cumpleaños a mi...



Cuando tenía 12 años creía que a los 27 años ya tendría carro, casa, hijos y un perro que me alcanzara el control remoto. Hoy cumplo los 27 y solo tengo el perro, por supuesto, tampoco me alcanza el control.

El gorrito es montaje...

Los cumpleaños para mí, por lo menos hasta los 14 años, eran días festivos, no me paraba de la cama, no iba al colegio, pedíamos comida a domicilio y siempre había pastel. La cuestión de los regalos era bien distinta, mis padres siempre apestaron en eso de dar regalos. Recuerdo recibir la espada y el guantelete de Leon-o de los Thundercats como a los 10 años, cuando ya ni siquiera pasaban la serie por televisión y nunca me regalaron una consola de videojuegos, cosa que siempre pedía. Mis tíos y demás familiares por otro lado siempre fueron buenos en obsequiarme con medias y saquitos de lana que usaba solo por compromiso.

De allí en adelante deje de lado las celebraciones familiares, empecé a darme regalos a mi mismo, comics, consolas, películas y música…También me dedique a emborracharme con mis amigos y conocidos, cosa que no ha cambiado desde entonces. Incluso aprendí a cocinar, bien, para sorpresa de todos.

Hoy en mi vigésimo séptimo día del nombre, como diría George R.R. Martin, me levante y no hubo desayuno en la cama. Mis papás me saludaron, mi hermana me dijo cuatro palabras mas de las que acostumbramos a cruzar a diario, mi perro siguió roncando y la vida continuo. Prendí el televisor y Jota Mario seguía presentando pendejadas, el reporte del tráfico anunciaba trancones y mi querida Bogotá amanecía fría y nublada, y aun no he montado en avión, pero lo mejor del día se anunciaba en forma de recordatorio de celular, ya que Dios en su infinita sabiduría ha logrado que mi EPS concretara una cita de odontología en este día de mi onomástico, cita que había pedido hace como un mes. Pero lo que en verdad me preocupa es que la "vejez" mental comienza a los 27 años.

Ahora, a esta edad y sonando un poco como el Detective Roger Murtaugh de Lethal Weapon, me siento viejo para hacer muchas cosas, algunos viernes me producen nostalgia y no me doy mañas de tomar tres días seguidos, ya sea por el hígado agobiado de mas de diez años de matarlo poco a poco dos o tres veces a la semana, o porque tristemente veo la necesidad de guardar un poco de dinero para pagar el Icetex.  No me gusta ya buscar peleas, comer en la calle o los colores fuertes en el cuarto, incluso a veces me duermo más rápido con el televisor apagado. Lo único que me falta es revisar el inodoro cada vez que voy a hacer una deposición (por si hay bombas ya saben).

Pero no solo yo cambio o me pongo viejo, la música empeora, la televisión empeora y la gente empeora aun más. Terminator, Han Solo y Rambo envejecen, el Príncipe del Rap tiene un hijo que protagoniza The Karate Kid, hay más de 150 pokemon, y las actrices porno de mi edad son mal llamadas MILF. El mundo en el que crecí pierde un poco de sentido cada día.

Ya para ir cerrando este remedo de escrito digo, como el Robot Hedonista de Futurama, que no me arrepiento de nada de lo que he hecho y me repito a mi mismo esperando que sea verdad que nunca seré muy viejo para jugar videojuegos, coleccionar comics, hacer concursos de quien come mas, caminar mientras tomo cerveza o ver un maratón de Star Wars.

Igual, si no sale nada, puedo ir a atiborrarme de papitas en el Burguer King...


Nos olemos al rato, me voy a emborrachar…Despues conseguiré un trabajo decente, y por variar, este año madurare un poco.

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